Texto Base: 1 Juan 1:1-4
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida; (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido."
El apóstol Juan nos presenta en su primera carta un testimonio fundamental sobre la realidad de Jesús. En un contexto de enfriamiento espiritual y el surgimiento de herejías como el gnosticismo en la iglesia primitiva, el propósito de Juan era reavivar la fe y la comunión con Dios a través de un encuentro genuino con Cristo. Su mensaje no es una filosofía abstracta, sino una experiencia directa y concreta con el Verbo de vida encarnado.
Juan no presenta una filosofía o leyenda, sino una experiencia directa con Jesús. Los apóstoles oyeron Su voz, vieron Sus milagros, contemplaron Su vida y tocaron Su cuerpo resucitado, lo que refuta cualquier intento de espiritualizar a Cristo y confirma la base histórica de nuestra fe. Nuestra fe tiene un fundamento sólido en la realidad de Cristo, dándonos certeza y confianza.
Versículo Clave:
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios." (Juan 1:1-2)
Ilustración:
Así como Tomás necesitó tocar las llagas de Jesús para creer en Su resurrección, los apóstoles tuvieron una experiencia física y directa que validó su testimonio. No fue una visión, sino una realidad palpable.
La experiencia apostólica con Jesús no pudo ser contenida. Un verdadero encuentro con Cristo transforma al individuo y genera un deseo irrefrenable de compartir esa verdad. El propósito de este anuncio es que otros también puedan entrar en comunión con Dios Padre y Su Hijo Jesucristo, y que su gozo sea completo.
Versículo Clave:
"Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído." (Hechos 4:19-20)
Ejemplo:
Cuando un creyente experimenta la transformación de Jesús en su vida, no puede callarlo. Su vida misma se convierte en un testimonio viviente que invita a otros a conocerle y experimentar el mismo gozo y comunión.
Aunque no podemos ver físicamente a Jesús hoy, Él nos reveló una manera profunda de experimentarlo: al servir a los "más pequeños" (hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o encarcelado), lo estamos haciendo directamente a Él. El amor y el servicio al prójimo se convierten en un canal tangible para "tocar" y "ver" a Jesús.
Versículo Clave:
"Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis." (Mateo 25:40)
Ejemplo:
Cuando visitas a un enfermo, escuchas a alguien deprimido, o cubres la necesidad de un desvalido, estás dedicando tiempo y amor a Jesús. Las sonrisas y el agradecimiento de aquellos a quienes sirves son el reflejo de Cristo en ti.
Jesús está vivo y sigue manifestándose hoy. Es un llamado a desafiar el enfriamiento espiritual y buscar una relación genuina y activa con Él. La verdadera felicidad y plenitud de gozo se encuentran en la comunión con Dios y en permitir que Su Hijo viva a través de nosotros para impactar al mundo.
Cita Bíblica Final:
"Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido." (1 Juan 1:4)