El Oficio Pastoral: Institución Divina, Desafíos Humanos y Nuestra Responsabilidad

Efesios 4:11-12 (RVR60)

"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo."

La Idea Central y el Don de Cristo

El pastorado es, fundamentalmente, un **don de Cristo** otorgado a Su iglesia para Su crecimiento y estabilidad. No es una profesión ni un título adquirido por méritos académicos, sino un oficio de **autoridad y servicio** que emana del corazón de Dios. El objetivo de este don es claro: el **perfeccionamiento de los santos** (capacitarlos) para que todos participemos en la **obra del ministerio**, culminando en la **edificación del cuerpo de Cristo** (unidad y madurez). Esto subraya la diferencia esencial entre una institución divina y cualquier organización meramente humana, que carece de esta unción y propósito trascendental.

1. Origen y Propósito Divino del Pastorado

El pastorado es un cargo y un llamado que tiene su origen en la voluntad de Cristo, el Gran Pastor. El término "constituyó" en Efesios 4:11 denota que fue establecido por Su soberana autoridad. El oficio se distingue por tres propósitos interconectados:

  • Perfeccionar a los Santos: Equipar y capacitar a cada creyente.
  • Obra del Ministerio: Movilizar a la iglesia para el servicio activo.
  • Edificación del Cuerpo: Asegurar el crecimiento espiritual, la unidad y la madurez colectiva.

Referencias Bíblicas de Autoridad

  • **Hechos 20:28:** Muestra que Dios compró la iglesia con Su propia sangre, por lo tanto, el pastor debe cuidarla.
  • **1 Pedro 5:2:** Se nos instruye a apacentar la grey de Dios, no por fuerza ni por ganancia deshonesta.

Ilustración: El Arquitecto y los Constructores

Cristo es el Arquitecto que ha diseñado Su Iglesia (el templo). Los pastores son los capataces y entrenadores dotados para asegurar que los creyentes (los constructores) estén bien capacitados con las herramientas de la Palabra para levantar la obra de manera sólida y unida.

2. El Rol del Pastor: Guía, Maestro y Vigilante

El pastor cumple una triple función esencial dentro del cuerpo: **alimentar, proteger y guiar**. Esto lo equipara a un **maestro** (enseña la Palabra), un **gobernante** (administra la disciplina con amor) y un **ejemplo** (lidera con su vida). El cuidado se extiende más allá de la prédica dominical; implica velar por las almas como quien ha de dar cuenta.

Alimentar: Provisión constante de la sana doctrina (Juan 21:15-17).
Proteger: Defender la congregación de los "lobos rapaces" (falsos maestros) (Hechos 20:29-31).
Guiar: Mostrar el camino a través de su conducta y velar por el crecimiento de la grey.

Mandato Clave

  • **Juan 21:15-17:** El triple encargo de Jesús a Pedro: "Apacienta mis corderos... Apacienta mis ovejas".
  • **Hebreos 13:17:** La iglesia debe obedecer a sus pastores, quienes velan por sus almas.

El Pastor como Vigilante

El pastor actúa como el vigilante sobre la muralla, quien no solo indica la dirección sino que advierte de los peligros que vienen. Su vida debe ser un ejemplo de cómo vivir la instrucción que él mismo imparte.

3. Desafíos y Tribulaciones del Pastorado

A pesar de ser un don divino, el pastor es humano y enfrenta duras pruebas. Estas luchas no invalidan el llamado, sino que resaltan la necesidad de la gracia de Dios y el apoyo de la iglesia. Los desafíos incluyen:

La Duda y el Desánimo Personal: Momentos de flaqueza y desilusión. **Ejemplo:** Juan el Bautista, en prisión, preguntó a Jesús si era el que había de venir (Mateo 11:2-3).

La Vanagloria y el Materialismo: La tentación de buscar la fama o las riquezas mundanas (1 Timoteo 6:6-12), olvidando el verdadero contentamiento.

El Abandono y la Crítica: Sentirse solo cuando los miembros se alejan o cuando surgen los juicios injustos dentro y fuera de la congregación (2 Timoteo 1:15).

Lección de Resiliencia

  • **Filipenses 4:12-13:** Pablo, en medio de la adversidad, testificó que aprendió a vivir en la abundancia y en la escasez, encontrando su fuerza en Cristo.
  • **2 Timoteo 1:15:** El dolor de Pablo ante el abandono de los de Asia, recordándonos la vulnerabilidad humana.

El Gozo en la Adversidad

El pastor debe mantener el gozo, no en las circunstancias fáciles, sino en la certeza del llamado. La verdadera fortaleza se manifiesta al cumplir fielmente la labor a pesar de las luchas internas y externas, mirando a la recompensa de Cristo.

4. El Establecimiento y la Respuesta de la Iglesia

El establecimiento de pastores puede darse de diversas maneras: por **comisión apostólica** (como instruyó Pablo a Tito), por el **anhelo personal** impulsado por el Espíritu Santo (1 Timoteo 3:1), o por **circunstancias providenciales** de la vida. Independientemente del método, el pastorado es un ministerio legítimo que merece la respuesta activa de la congregación.

Como 'ovejas', nuestra responsabilidad se centra en tres áreas cruciales para el crecimiento del cuerpo:

  • Sujeción Voluntaria: Reconocer la autoridad espiritual y obedecer la instrucción bíblica (Hebreos 13:17).
  • Cuidado y Apoyo: Orar por su vida, su familia y su ministerio; brindar apoyo práctico y moral.
  • Participación Activa: Asumir nuestro rol como ministros, ayudando a la edificación mutua y evitando la pasividad.

La Importancia de la Sumisión

  • **Tito 1:5:** El mandato de establecer ancianos (pastores) en cada ciudad para el orden de la iglesia.
  • **1 Timoteo 3:1:** Si alguno anhela obispado (pastorado), buena obra desea, validando el llamado interno.

El Cuerpo de Cristo Colabora

Una iglesia saludable no delega toda la responsabilidad en el pastor. Así como el equipo de Timoteo ayudó a Pablo, cada creyente debe tomar la responsabilidad de su propio crecimiento y contribuir activamente a la misión.

Llamado a la Acción y Compromiso

El pastorado es un don valioso para la iglesia. Al comprender su origen divino, su rol crucial y los desafíos humanos que enfrenta, estamos llamados a un compromiso triple:

  • HONRAR SU AUTORIDAD ESPIRITUAL: Reconocer el llamado de Cristo y someternos a la enseñanza bíblica que nos guían.
  • ORAR Y CUIDAR SU VIDA: Interceder diariamente por su fortaleza física y espiritual, por su familia, y por su protección contra el desánimo.
  • APOYAR Y EDIFICAR: Cooperar con la visión pastoral, ofreciendo ayuda práctica y asumiendo activamente nuestra parte en la obra del ministerio.
"Obedezcan a sus pastores, y sujétense a ellos; porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no les es provechoso." — Hebreos 13:17