El Perdón - La llave de la reconciliación
Introducción
¿Qué haces cuando alguien te hiere profundamente?
Todos hemos pasado por momentos donde nos han lastimado. Quizá un amigo, un familiar… incluso alguien de la iglesia.
Pedro también tuvo esa inquietud y le preguntó a Jesús: “¿Hasta cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?”
Jesús le responde con algo que rompe cualquier límite humano: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.”
El perdón no es opcional en la vida cristiana, es el corazón mismo del evangelio. Hoy veremos que el perdón nace de haber sido perdonados, libera nuestro corazón y glorifica a Dios.
Exégesis del Texto Principal
📖 Mateo 18:21–35
La parábola que Jesús contó es clara:
- Un siervo debía 10,000 talentos. Una deuda impagable, imposible de cubrir.
- El rey, movido a misericordia, le perdonó todo.
- Pero ese mismo siervo no quiso perdonar a otro que le debía apenas 100 denarios.
- El rey le llama “siervo malvado” y lo entrega a los verdugos.
Jesús termina con estas palabras: “Así hará también mi Padre celestial con vosotros, si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano.”
👉 El mensaje es fuerte: El que no perdona, demuestra que nunca entendió el perdón de Dios.
Punto 1. El perdón de Dios es la base de nuestro perdón a otros
📖 Efesios 4:32
“Perdona como Dios te perdonó en Cristo.”
- La deuda de 10,000 talentos es tu pecado y el mío: impagable.
- Dios no negoció con nosotros; envió a Cristo a pagar en la cruz lo que nunca podríamos cubrir.
Ejemplo bíblico:
David, después de su pecado con Betsabé y el asesinato de Urías, clamó: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia” (Salmo 51). Dios lo perdonó, aunque su pecado era gravísimo.
Aplicación:
Antes de decir: “No puedo perdonar a esa persona”, mira la cruz.
Pregunta a la congregación: ¿Acaso lo que te hicieron es más grande que lo que tú le hiciste a Dios?
📍 “Nadie te ha ofendido tanto como tú ofendiste a Dios… y aun así, Él te perdonó.”
Punto 2. Negarse a perdonar revela un corazón endurecido
📖 Hebreos 12:15
- La falta de perdón produce una raíz de amargura que contamina todo.
- El siervo ingrato de la parábola no entendió la misericordia recibida, y eso reveló su corazón endurecido.
Ejemplo bíblico:
Jonás se enojó cuando Dios perdonó a Nínive. ¡Prefería verlos destruidos antes que perdonados! Eso muestra cómo el rencor puede dominar incluso a un profeta de Dios.
Aplicación:
Cuando no perdonamos, nos volvemos prisioneros del resentimiento.
Pregunta a la congregación: ¿Quién sufre más cuando no perdonas: el ofensor o tú mismo?
📍 “Cuando no perdonas, es como beber veneno esperando que el otro muera… y al final, el que muere eres tú.”
Punto 3. El perdón restaura relaciones y glorifica a Dios
📖 Colosenses 3:13
- El perdón no significa negar la ofensa, significa decidir no cobrarla más.
- Perdonar no es olvidar, es elegir no vivir atado al dolor.
Ejemplo bíblico:
José pudo vengarse de sus hermanos, pero dijo: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien.” (Génesis 50:20). Su perdón no solo restauró su familia, sino que preservó la vida de una nación entera.
Aplicación:
Cuando perdonamos en el hogar, en el matrimonio, en la iglesia, estamos reflejando el carácter de Cristo.
Pregunta: ¿Qué testimonio damos al mundo cuando perdonamos lo imperdonable?
📍 “La gente conocerá a Cristo no solo por lo que predicamos, sino por cómo perdonamos.”
Conclusión y Exhortación Final
El perdón no es un sentimiento, es una decisión en obediencia a Cristo.
Tres recordatorios:
- Recuerda cuánto se te perdonó (Colosenses 2:13–14).
- Libérate de la amargura (Hebreos 12:15).
- Perdona para reconciliar y glorificar a Dios (Colosenses 3:13).
📖 Mateo 5:7
RVR60: Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
NTV: Dios bendice a los compasivos, porque serán tratados con compasión.
👉 Llamado: Entrega al Señor esa ofensa y comienza a vivir en libertad.