Introducción: La Urgencia de un Fuego que Permanezca
Estamos reunidos por una causa sublime: Cristo y Su Evangelio. Sin embargo, en muchas iglesias hoy, nos encontramos con un desafío: están llenas de creyentes, pero no de discípulos. Esto da lugar a una "llamarada de petate", un entusiasmo inicial por el evangelismo y el servicio que, aunque brillante, se apaga rápidamente.
Una "llamarada de petate", expresión de la cultura mexicana, describe algo que comienza con gran ímpetu y pasión, pero que pronto se extingue. Al igual que una alfombra de petate que arde intensamente pero se consume velozmente, nuestras campañas evangelísticas y esfuerzos pueden ser coloridos y llamativos, pero si no hay una transformación profunda en el corazón, el fuego espiritual se desvanece al regresar a casa.
La clave no es que los eventos cambien, sino que nuestro corazón cambie. Necesitamos un fuego permanente, una pasión constante por el Evangelio, demostrando el amor de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
1. El Poder del Espíritu: El Fundamento del Ministerio de Jesús y el Nuestro
El pasaje en Lucas 4:14 nos revela un detalle crucial: "Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea". Aquí reside la clave de Su ministerio y, por extensión, del nuestro. Este "poder del Espíritu" no es un mero concepto; es la fuerza "dynamis" (dinamita, energía, fuerza) de Dios manifestándose.
La Preparación de Jesús en el Desierto
Antes de Su ministerio público, Jesús pasó 40 días en el desierto, lleno del Espíritu Santo (Lucas 4:1-2). Este fue un tiempo de soledad, reflexión, ayuno y oración, fortaleciendo Su comunión con el Padre. Sin esta preparación, sin esta "koinonía" (comunión íntima), no podemos esperar un crecimiento espiritual duradero.
Jesús, siendo plenamente Dios y plenamente hombre (unión hipostática), se preparó humanamente para las pruebas. Su ejemplo nos enseña que las pruebas son necesarias para madurar nuestra fe.
Victoria sobre la Tentación (Lucas 4:3-13)
Satanás atacó a Jesús estratégicamente en Su naturaleza humana:
- Hambre: Atacó Su necesidad física. Jesús respondió con la Palabra: "No solo de pan vivirá el hombre..." (Deuteronomio 8:3).
- Poder/Gloria: Atacó Su ego. Jesús respondió: "Al Señor tu Dios adorarás..." (Deuteronomio 6:13).
- Probar a Dios: Satanás citó la Escritura, pero la distorsionó. Jesús respondió: "No tentarás al Señor tu Dios." (Deuteronomio 6:16).
El enemigo conoce la Biblia, pero la tuerce. Nuestra defensa es el conocimiento y la meditación constante de la Palabra de Dios. "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros." (Santiago 4:7).
Las Fuentes del Poder Duradero del Espíritu
- 1. Preparación Espiritual: A través de la comunión con el Padre, el ayuno, la oración y la alabanza. Nuestra música, lo que consumimos, moldea nuestro espíritu.
- 2. Conocimiento de las Escrituras: La Palabra de Dios es nuestra espada para resistir al diablo y permanecer firmes.
- 3. Sumisión y Obediencia a Dios: Morir a uno mismo, haciendo la voluntad del Padre. En nuestra debilidad, el poder de Cristo se perfecciona (2 Corintios 12:9). El Espíritu Santo no vino solo a darnos vida, sino a matar nuestra carne.
Las Pruebas como Catalizador
Las pruebas en tu vida no son para evadirlas, sino para que te capacites y las afrontes. Son un catalizador: convierten, transforman y potencializan. No rehúyas las pruebas; prepárate para ellas en comunión con Dios.
La Importancia de la Congregación
Jesús, "conforme a su costumbre," entraba a la sinagoga en el día de reposo (Lucas 4:16). Él se congregaba. Si hacemos lo imposible por asistir a eventos, ¿hacemos lo mismo por congregarnos cada domingo? El fuego del Espíritu no puede estar en quien no busca comunión, la Palabra y la congregación.
2. El Año Agradable del Señor: Un Periodo de Gracia Continua
Cuando Jesús en la sinagoga leyó la profecía de Isaías 61:1-3 (Lucas 4:18-19) y declaró: "Hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros", los judíos religiosos pudieron haber pensado en un jubileo terrenal. Sin embargo, Jesús no hablaba de un año literal de 365 días, sino de un periodo de perdón, gracia, redención y reconciliación del mundo con Su Padre celestial.
Este Año Agradable del Señor fue abierto por Jesús y se extiende hasta Su segunda venida. ¡Es una muestra de Su infinita gracia y misericordia! Nos llama a una vida centrada en Cristo, no en afanes terrenales, usando nuestros talentos y carreras para bendecir Su ministerio.
La Senda de Seis Puntos del Año Agradable del Señor
El cumplimiento de la misión de Cristo se desglosa en seis acciones transformadoras:
Nuestra Identidad en Cristo: Manteniendo el Fuego
Lamentablemente, muchas iglesias se están "institucionalizando", adoptando ideas seculares y retrasando el evangelio. Nos volvemos los nuevos fariseos, complicando lo que el Señor hizo simple y claro.
Si te has arrepentido y Cristo vive en ti, entonces el llamado de Jesús también es tuyo. No permitas que el fuego del Espíritu Santo se apague. Instrúyete, capacítate, discipúlate, pero sobre todo, apodérate de esa identidad y ese llamado que tienes en Cristo Jesús. No creas las mentiras de Satanás, quien siempre intentará engañarte, incluso a través de falsos maestros.
Seamos luz encendida que llega a los eventos ya con una llama, y se potencia en ellos para brillar constantemente en las tinieblas.
Llamado a la Acción: Un Fuego Permanente para Cristo
Es hora de dejar atrás las "llamaradas de petate" y encender un fuego permanente en nuestros corazones para el Señor. Este fuego se nutre de una relación íntima y constante con Dios, del conocimiento de Su Palabra y de una vida de sumisión y obediencia.
- Declara tu identidad: Proclama Lucas 4:18-19, haciendo tuyo el llamado de Jesús.
- Busca la comunión: Dedica tiempo a la oración, el ayuno y la alabanza.
- Estudia la Palabra: Equípate con la espada del Espíritu para resistir el engaño.
- Obedece y sométete: Muere a ti mismo para que el poder de Cristo repose sobre ti.
- Congrégate: Permanece en comunidad, edificándote con otros creyentes.
"No permitas que te apaguen el fuego del Espíritu Santo en tu corazón. Instrúyete, capacítate, discipúlate, pero apodérate de tu identidad y llamado en Cristo Jesús."
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." - Efesios 2:8-9