"Y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en un tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús."
- Efesios 2:1-6
En un mundo lleno de incertidumbre y desafíos, la desesperanza puede fácilmente invadir nuestros corazones. Esta serie, "Esperanza Viva", busca anclar nuestra fe en lo que Cristo hizo, lo que somos ahora y lo que seremos en Él. No se trata de una esperanza vana, sino de una verdad transformadora que impacta cada aspecto de nuestra vida.
Antes de Cristo, nuestra realidad espiritual era de esclavitud y muerte. Estábamos sujetos a tres enemigos principales que nos mantenían alejados de Dios y nos llevaban a tomar decisiones que solo causaban aflicción y soledad.
Sistema corrompido por el enemigo (medios, música, entretenimiento).
El príncipe de la potestad del aire, que opera en los hijos de desobediencia.
Nuestros propios deseos y pensamientos pecaminosos, nuestro peor enemigo.
"En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en un tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás."
- Efesios 2:2-3
Jesús dijo a los fariseos: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer" (Juan 8:44). Esto resalta nuestra condición anterior, donde nuestras acciones pecaminosas reflejaban una paternidad espiritual diferente a la de Dios.
La esperanza viva proviene de nuestra nueva identidad en Cristo. Ya no estamos en guerra con Dios, sino que hemos sido perdonados, declarados justos, adoptados como sus hijos y hechos partícipes de su resurrección.
Ya no somos sus enemigos; la justificación por la fe nos trae paz.
- Romanos 5:1
A los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
- Juan 1:12
Posicionalmente, ya estamos con Cristo, nuestra alma ya está en la eternidad.
- Efesios 2:6, Apocalipsis 3:21
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios."
- Romanos 5:1-2
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17). Nuestra nueva posición se manifiesta en un cambio de reacciones ante las situaciones cotidianas, impulsados por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Nuestra esperanza no es una promesa vacía, sino que está fundamentada en el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz. "Consumado es" (Tetelestai) significa que la deuda ha sido pagada, el camino al Padre está abierto, y no hay nada que podamos añadir para ganar su favor.
"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu."
- Juan 19:30
En el contexto legal de la época, "Tetelestai" era la palabra que se escribía en un documento de deuda cuando esta había sido pagada por completo. Esto enfatiza que la obra de Cristo es final y suficiente para nuestra salvación y perdón.
La obra de Jesús ha consumado todo. No luchamos por aceptación, sino desde ella.
Conociendo nuestro destino en Cristo, nuestras decisiones diarias se alinean con la imagen a la que seremos conformados.
- Romanos 8:29-30
La gloria venidera nos da esperanza y nos permite ver las aflicciones presentes como temporales e incomparables.
- Romanos 8:18
Cada acto de fidelidad, por pequeño que sea, tiene un significado eterno, preparándonos para la eternidad.
Saber que ya estamos en la eternidad con Cristo nos inspira a vivir una vida de pureza y santidad diaria.
- 1 Juan 3:3
Saber que lo definitivo está en Cristo nos libera de la ansiedad y nos da paz, entendiendo la temporalidad de los problemas.
Nuestra mirada debe estar puesta en el Calvario (el pasado), en lo que hoy ya somos en Cristo (el presente), y en lo que seremos, sentados junto a Él (el futuro). Esta verdad transforma nuestra manera de pensar y vivir.
"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios."
- 1 Corintios 10:31