Versículo Clave
Romanos 8:18 "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse."
Introducción
Esta meditación nos invita a reflexionar sobre la vida del creyente. Aunque buscamos y recibimos bendiciones de Dios, la senda cristiana no está exenta de aflicciones. La palabra de Dios nos prepara para entender que el sufrimiento presente no se compara con la gloria eterna que nos espera.
Los primeros cristianos eran conocidos como "los del camino" (Hechos 9:2), lo que subraya que seguir a Cristo es una jornada de crecimiento constante en carácter y espíritu, fortaleciéndonos a través de la obediencia al Espíritu Santo.
I. Las Adversidades por Andar en el Camino del Señor
A. Conflicto con el Núcleo Familiar
La decisión de seguir a Cristo a menudo genera fricción, incluso dentro de la familia más cercana. Es un recordatorio de que nuestra fe puede ser vista como una traición a las tradiciones o expectativas familiares.
Versículo de Apoyo:
Mateo 10:34-36 "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa."
Ejemplo: Familias que desheredan o rechazan a sus miembros por abrazar la fe en Cristo, mostrando cómo esta decisión, aunque sencilla, puede acarrear grandes problemas.
B. Conflictos con las Amistades
Al cambiar nuestra manera de vivir para obedecer a Dios, nuestras amistades del pasado pueden encontrar extraña nuestra nueva conducta y, en ocasiones, ultrajarnos o burlarse de nosotros.
Versículo de Apoyo:
1 Pedro 4:3-4 "Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, disipación y abominables idolatrías. A estos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan."
Ejemplo: Colegas de trabajo, compañeros de escuela o vecinos que se burlan o critican al creyente por su cambio de vida, demostrando que la obediencia a Cristo implica una responsabilidad de santidad.
II. Las Demandas en el Caminar Cristiano
A. Una Vida en Santidad
La palabra de Dios demanda de nosotros una vida de santidad, un cambio dinámico en nuestra manera de vivir que contraste con nuestra vida pasada de ignorancia y pecado.
Versículo de Apoyo:
1 Pedro 1:14-15 "Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir."
Ejemplo: Antes vivíamos en prácticas pecaminosas por ignorancia, pero ahora, con el conocimiento de la Palabra de Dios, no hay justificación para el pecado. Nuestra nueva vida en Cristo es una nueva criatura.
Manifestación de la Santidad:
1 Pedro 2:11-12 "Amados, yo os ruego como extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras."
- Abstenerse de deseos carnales que batallan contra el alma.
- Mantener una buena manera de vivir entre los no creyentes.
- Nuestras buenas obras glorifican a Dios, desmintiendo las murmuraciones.
B. Andar en Integridad
La integridad es un propósito alcanzable por la guía del Espíritu Santo, a pesar de las dificultades. Es un compromiso de fidelidad a Dios, sin que nuestra situación personal sea un pretexto para el pecado.
Ejemplos Bíblicos de Integridad:
Daniel 1:8 "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió por tanto al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse."
Job 27:5 "Nunca tal acontezca que yo os justifique; hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad."
Ilustración: La vida de José, quien a pesar de ser traicionado y vendido por sus hermanos, se mantuvo fiel a Dios y llegó a ser un siervo poderoso. Nuestras aflicciones no deben ser un pretexto para pecar.
Gozo en las Aflicciones:
2 Corintios 12:10 "Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte."
Pablo se gozaba en las tribulaciones porque entendía que era un peregrino en la tierra y que su vida futura sería gloriosa con el Señor. Bien vale la pena el sufrimiento presente por la gloria venidera.
Llamado a la Acción
Andar en el camino del Señor no es un sendero exento de desafíos, pero la grandeza de la salvación y las promesas de Dios superan cualquier adversidad.
- Congregarnos: No debemos dejar de congregarnos. Es fundamental para estimularnos al amor y a las buenas obras, recibiendo consejos adecuados basados en la palabra de Dios.
- Fidelidad: La fidelidad que mostramos a la obra de Dios es vista en los cielos. Darle valor a Su iglesia universal y local es un compromiso.
- Cambio de Vida: Dios demanda una vida santa, un cambio que contraste con el pecado pasado, llevándonos a una vida sana, en comunión y buena relación con la familia, el prójimo y los hermanos.
"Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más cuanto veis que aquel día se acerca."
Hebreos 10:24-25