Llamados a Ser Luz
Versículo Clave:
"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo del almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:14-16
Evangelismo: La Definición del Cristianismo
La fe cristiana genuina no se limita a creer, sino a vivir una vida transformada que comparte a Jesús. Independientemente de estudios o versículos memorizados, nuestra vida debe reflejar cómo Jesús nos ha cambiado. El evangelio, las "buenas nuevas", impregna toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, revelando que Cristo murió por nosotros, dándonos nueva vida y la seguridad de la vida eterna. Nuestro llamado hoy es a ser esa luz.
1. El Evangelio Desde el Principio: Restauración del Caos
El evangelio no es un concepto nuevo del Nuevo Testamento. Aunque el "protoevangelio" en Génesis 3:15 marca la primera promesa explícita de un Salvador tras la caída del hombre, la esencia del evangelio, la obra redentora de Dios, ya estaba ilustrada en la creación misma.
El Protoevangelio:
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón."
Génesis 3:15
La primera promesa de un redentor después del pecado de Adán y Eva.
El Evangelio Ilustrado en la Creación:
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas."
Génesis 1:1-4
Dios no solo creó de la nada, sino que ordenó el caos, llenó el vacío y trajo luz a la oscuridad, una pintura de su obra redentora.
Esta obra de Dios en la creación es una analogía poderosa de lo que Él hace en nuestras vidas. Cuando nuestra vida sin Dios era un caos, desordenada emocional, física o relacionalmente, el Señor viene para ordenar lo desordenado, llenar lo vacío y crear en nosotros cosas que no existían: paz, amor, perdón, seguridad y reconciliación. Este proceso de transformación, aunque gradual, es la obra de Dios.
Ilustración: La Medicina Milagrosa
Así como no podemos esperar que una medicina sane en un día lo que destruimos en 20 años, Dios trabaja pacientemente en nuestras vidas. Él empieza a acomodar todo y a crear en nosotros paz, amor, perdón y seguridad que antes no teníamos.
2. Nuestro Propósito Divino: Reflejar Su Luz
Una vez que hemos conocido al Señor, entendemos que hay un propósito trascendental para nuestras vidas. No fuimos salvos para quedarnos estáticos, sino para ser agentes de Su luz en un mundo en tinieblas. Este es el propósito supremo, el llamado que nos define como creyentes.
Un Llamado a Brillar:
"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo del almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:14-16
No nos creó para estar escondidos, sino para compartir el evangelio y glorificar a Dios.
Nuestra Identidad y Misión:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable."
1 Pedro 2:9
- Linaje escogido: Familia de Cristo por adopción.
- Real sacerdocio: Traemos paz entre Dios y la gente, anunciando las buenas nuevas.
- Nación santa, pueblo adquirido: Para proclamar las virtudes de quien nos sacó de la oscuridad.
Si alguna vez te has preguntado por el propósito de tu vida, aquí está: ser luz, brillar, alumbrar, traer esperanza a un mundo sumido en la oscuridad y la decadencia. Este es el propósito de tu salvación y el mío, no solo individualmente, sino como pueblo de Dios.
3. Caminando como Hijos de Luz
Nuestra nueva identidad en Cristo nos llama a vivir de una manera que refleje Su luz. Esto implica acciones concretas y una actitud irreprensible en medio de un mundo hostil, permitiendo que la luz de Cristo, no la nuestra, brille a través de nosotros.
Andad como Hijos de Luz:
"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz."
Efesios 5:8
Nuestra luz no es propia, sino el reflejo de la luz de Cristo que habita en nosotros. Debemos reflejarla en nuestro entorno: hogar, vecinos, trabajo.
Irreprensibles y Sencillos:
"Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo."
Filipenses 2:15
Ser "irreprensibles" no significa no pecar, sino confesar el pecado rápidamente al Padre, sin dar lugar a la acusación del enemigo. Así, brillamos como luminarias en un mundo perverso.
Hijos del Día, no de las Tinieblas:
"Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas."
1 Tesalonicenses 5:5
Nuestra identidad ha cambiado: ya no pertenecemos a la oscuridad.
Creer en la Luz (Cristo):
"Entre tanto que tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz."
Juan 12:36
Cristo es la luz misma. Creer en Él nos convierte en hijos de luz.
Ejemplos de Luz Brillante:
- La amabilidad y el espíritu de Cristo pueden ser percibidos por otros, incluso sin palabras (ej. el consultorio).
- La gente notará tu transformación y te preguntará: "¿Qué tienes? Quiero lo que tú tienes."
- Nuestra vida no resuelta al nacer, sino transformada gradualmente por el Señor (el testimonio personal del predicador).
Tu Llamado: ¡Levántate y Resplandece!
No ocultes la luz que Dios ha creado en ti. Deja que brille tan intensamente que otros se sientan atraídos y te pregunten sobre la esperanza que hay en ti. Este es tu propósito de vida:
- Ser luz en tu comunidad y en las naciones.
- Impactar a los que sufren, pasando de la oscuridad a la paz.
- Reflejar la gloria de Dios en todo lo que haces.
"Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria."
Isaías 60:1-2