Preparar Altar de Adoración

Donde hay clamor, el fuego de Dios desciende.

Romanos 12:1

"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional."

Una Adoración Genuina

La verdadera adoración es mucho más que solo cantar; nace de la obediencia y es una manifestación personal de nuestra relación con Dios. A través de la obediencia le damos el lugar que le corresponde en nuestras vidas. El canto es simplemente una manifestación de esa adoración que ya hemos ofrecido.

1. El Altar en la Biblia

Desde los tiempos de Noé y Abraham, el altar siempre ha sido un lugar sagrado de encuentro y comunión con Dios. Era el punto de contacto entre el cielo y la tierra, donde se ofrecían sacrificios y se sellaban pactos. Hoy, nuestro altar no es físico, sino espiritual.

Versículo Clave

Génesis 12:7: "Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido."

2. El Altar Espiritual y el Fuego

El fuego de Dios desciende cuando el clamor de nuestra adoración es genuino y traspasa la capa de la religiosidad. Este fuego representa la presencia del Espíritu Santo, que consume lo que no es de Dios y purifica nuestra ofrenda. Nuestra fe se manifiesta de manera sobrenatural, trayendo la intervención divina a nuestras vidas y a nuestra adoración.

Ejemplo Bíblico: El Sacrificio de Elías

1 Reyes 18:30-39: El profeta Elías restauró el altar de Dios, oró con fervor, y el fuego del cielo consumió no solo el sacrificio, sino también la leña, las piedras y hasta el polvo, demostrando el poder de Dios ante el pueblo.

3. Componentes del Altar Espiritual

Un altar espiritual se construye con elementos que representan nuestra devoción y rendición a Dios. Los puntos a continuación simbolizan cómo se construye y se mantiene nuestro altar.

  • **Las Piedras:** Representan el tiempo dedicado a la oración, la disciplina y la constancia de nuestro clamor.
  • **La Leña:** Es la lectura y meditación de la Biblia. Debemos alimentar nuestro espíritu con la Palabra de Dios para que el fuego se mantenga encendido.
  • **El Sacrificio:** Es la rendición total de nuestra voluntad y nuestra vida. Ofrecemos nuestro cuerpo como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
  • **El Agua:** Un clamor transparente y honesto. Se derrama para limpiar nuestra ofrenda y para mostrar que solo a través de la santidad y la verdad, el fuego de Dios puede descender.
  • **El Fuego:** Es la presencia del Espíritu Santo que desciende. Sin Su fuego, nuestra adoración es vana. Es la respuesta sobrenatural de Dios a nuestra obediencia.

Llamado a la Acción

Te invitamos a examinar tu vida y a reflexionar sobre el estado de tu altar espiritual. ¿Está tu altar listo para que el fuego de Dios descienda? Toma estos pasos prácticos para fortalecer tu relación con Él:

  • **Crea un Espacio Sagrado:** Designa un lugar y un tiempo específico para tu encuentro personal con Dios.
  • **Sumérgete en la Palabra:** Lee y medita en la Biblia diariamente, permitiendo que Su verdad transforme tu mente y corazón.
  • **Rinde tu Voluntad:** Ofrece tu vida como un sacrificio vivo, rindiendo cada área de tu ser a Su soberanía.

Oseas 6:6

"Porque misericordia quiero, y no sacrificios; y conocimiento de Dios, más que holocaustos."

Reflexión

La adoración genuina va más allá del canto; es una respuesta de obediencia a la grandeza de Dios. Es el altar de tu vida, preparado para recibir Su fuego. Que nuestra vida sea una ofrenda continua y agradable a Él.