Versículo Clave:
Lucas 19:28-44
"Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén. Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis?, respondedle así: Porque el Señor lo necesita. Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita. Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando llegaba ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían. Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos; porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación."
El Domingo de Ramos, la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, es un evento que muchos celebran por tradición, pero pocos comprenden su verdadero significado. Esta semana, que culmina en la crucifixión y resurrección, no es un mero rito; es el evento que cambió el mundo para toda la humanidad. Desde Génesis hasta hoy, miles de millones de almas han sido impactadas por lo que Jesús hizo. La pregunta clave que todos deben hacerse es: "¿Crees en Jesucristo como Hijo de Dios, en su muerte, sangre y resurrección?" Tu respuesta determinará tu eternidad. Hoy, exploraremos este evento crucial a través de las Escrituras.
Expectativa vs. Realidad:
La expectativa es una proyección mental basada en deseos, creencias o información que no necesariamente se hará realidad. La realidad es el conjunto de hechos que existen independientemente de cómo los percibimos, es lo verdadero, tangible y comprobable. El Domingo de Ramos reveló el corazón de Israel, y hoy sigue revelando el nuestro.
Jesús, al entrar a Jerusalén, no solo realizaba un acto público, sino que cumplía profecías mesiánicas escritas siglos antes. Su entrada humilde en un pollino era una declaración directa de su identidad como el Mesías esperado. Este evento subraya la omnisciencia y omnipresencia de Dios, demostrando que Sus planes son soberanos y perfectos.
Profecía en Zacarías:
Zacarías 9:9 - "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna."
550 años antes, Zacarías declaró la venida de un rey humilde sobre un asno. Jesús cumplió esta profecía al pie de la letra.
Profecía en Génesis (Bendición de Jacob a Judá):
Génesis 49:10-12 - "No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos. Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestido, y en la sangre de uvas su manto. Sus ojos, rojos del vino, y sus dientes, blancos de la leche."
Aunque en su contexto original habla de prosperidad para Judá, este pasaje alude proféticamente a Jesús: el pollino y el vino (sangre de uva) que mancha su manto simbolizan su sacrificio. La escena de sus ojos rojos y dientes blancos es una imagen impactante de su pasión.
La Omnisciencia y Santificación del Pollino:
Jesús demostró su omnisciencia al saber dónde encontrar el pollino y que nunca había sido montado. En la tradición hebrea, los animales para propósitos sagrados debían ser vírgenes, "santificados" o apartados para Dios.
Aplicación: Si el Señor te ha apartado para Su uso, ¿estás siendo santificado para Él? ¿Has consagrado tu vida, relaciones, finanzas, y todo lo que Él te ha dado, a Su propósito?
La multitud en Jerusalén reconoció a Jesús como el Rey prometido, el Hijo de David. Tendieron sus mantos y ramas de palma, gritando "¡Hosanna!", una aclamación que significa "¡Sálvanos ahora!". Era un recibimiento real, una declaración pública que confirmaba su estatus mesiánico.
El Recibimiento Real:
Lucas 19:35-38 - "Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando llegaba ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!"
Marcos 11:8 - "También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino."
Juan 12:13 - "Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!"
El "Hosanna" (sálvanos ahora) y el tendido de mantos eran señales de aclamación a un rey, reconociéndolo como descendiente de David y el Mesías largamente esperado. Los fariseos lo sabían por las Escrituras y los milagros de Jesús.
La Motivación de la Multitud:
Irónicamente, la misma multitud que aclamaba a Jesús como rey, días después gritaría "¡Crucifíquenle!". Esto se debe a que sus motivaciones eran incorrectas. Buscaban un Mesías político que los liberara del yugo romano, no un Salvador espiritual.
Aplicación: ¿Por qué buscamos a Dios hoy? ¿Nuestras alabanzas y peticiones vienen de un corazón que busca Su reino, o de motivaciones egoístas por conveniencia o "para que nos arregle nuestros asuntitos"?
La entrada de Jesús a Jerusalén expuso el profundo contraste entre las expectativas terrenales del pueblo y la verdadera naturaleza de Su reino. Él vino a establecer un reino espiritual de justicia, paz y reconciliación, no uno político o militar. La ceguera espiritual de los líderes y del pueblo les impidió reconocer el tiempo de Su visitación.
La Reacción de los Fariseos y el Llanto de Jesús:
Lucas 19:39-44 - "Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían. Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos..."
Los fariseos, preocupados por perder su poder, quisieron silenciar la proclamación. Jesús les respondió que la verdad no podía ser contenida. Su llanto sobre Jerusalén reveló su tristeza por la ceguera espiritual del pueblo, cuyas propias expectativas terrenales les impedían ver el verdadero reino.
La Verdadera Señal:
Mateo 16:4 - "La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás."
Juan 12:17-19 - "...Por lo que también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal [la resurrección de Lázaro]... Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada; mirad, el mundo se va tras él."
Aunque Jesús realizó grandes milagros (como resucitar a Lázaro), las personas le seguían por "morbo" o conveniencia. Jesús declaró que la única señal que daría a esa generación adúltera sería la de Jonás: su propia muerte y resurrección al tercer día, la señal más grande de todas.
Reino Terrenal vs. Reino Espiritual:
Aplicación: ¿Cómo recibimos a Jesús hoy? ¿Nuestras expectativas están puestas en lo terrenal (dinero, comodidad, éxito personal) o en el reino espiritual que Él nos vino a ofrecer? Cuando nuestras expectativas no se cumplen, ¿somos como los que gritaron "¡Crucifícale!"?
La entrada triunfal nos insta a examinar nuestras propias expectativas. El Señor anhela nuestra prosperidad y bienestar, pero primero busca transformar nuestro corazón y quitar nuestros ídolos.
La Promesa Divina:
Mateo 6:33 - "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Efesios 3:20 - "Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,"
El Señor no se guarda nada. Él es poderoso para hacer en tu vida mucho más de lo que puedas pedir o imaginar, si tan solo tienes fe y permites que Su poder actúe a través de ti, buscando Su reino y Su justicia.
"Bendito Dios, gracias por tu palabra. Hoy entendemos que al entrar a Jerusalén, Tú llevabas nuestro nombre en tu mente y tu corazón. Tu reino espiritual había llegado con todas las bendiciones. Ayúdanos a tener una cosmovisión correcta en Ti, con expectativas alineadas a tu propósito, no a las nuestras. Queremos paz, sanidad y vivir plenamente, siendo luz y sal a este mundo, buscando primeramente tu reino y tu justicia. Nos gozamos sabiendo que con tu sacrificio en la cruz nos diste vida eterna y abundancia espiritual. Gracias, Señor Jesucristo, por darte a nosotros. Te alabamos y te bendecimos, Rey de gloria, omnipotente, omnipresente, omnisciente, Rey de Reyes y Señor de Señores. A Ti sea la honra y gloria por los siglos de los siglos. Amén."
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